Manuel Martín: "12 de octubre: una fiesta agridulce"
Nunca antes, desde hace muchos años, se había vivido en la calle una conciencia tan viva de lo nacional, de la defensa de España y de su unidad, de nuestra democracia y de los símbolos de la Nación.
El 12 de octubre es la fiesta nacional española. Es una fecha extraordinariamente sugestiva. Por su contenido originalmente religioso-la Virgen del Pilar-, evoca uno de los rasgos mayores de la identidad cultural española, que ha sobrevivido incluso a la
secularización de las naciones modernas; hoy la celebración ya no puede ni debe sustentarse en ninguna suerte de confesionalidad oficial, pero es evidente que la identidad histórica española no puede entenderse sin ese elemento religioso. Y el 12 de octubre es también, por supuesto, la fecha que señala la mayor aportación de
España a la historia universal: el descubrimiento y apertura de un continente nuevo, hecho que cambió la imagen del mundo y marcó el destino de la humanidad. El 12 de octubre es, por tanto, una fecha de indiscutible valor nacional.
En este año de 2007, la celebración de la fiesta presenta rasgos contradictorios, agridulces. Lo agrio es esto: nunca la unidad nacional había estado tan amenazada como ahora, no sólo por la presión de los separatismos, sino, sobre todo, por la debilidad de un Gobierno español que considera inocuo aliarse con quienes quieren destruir España. Pero lo dulce es esto otro: nunca antes, desde hace muchos años, se había vivido en la calle una conciencia tan viva de lo nacional, de la defensa de España y de su unidad, de nuestra democracia y nuestras libertades colectivas, de los símbolos de la nación.
A la hora del balance, quizá convenga quedarse con la parte positiva. Nadie ignora y esta Fundación menos que nadie- los enormes peligros que gravitan sobre la unidad nacional. Pero la reacción de la ciudadanía es tan honda y tan sincera, la profusión de banderas de España es tan espontánea y masiva, la conciencia nacional ha crecido tanto y tan intensamente, que puede hablarse de una nueva esperanza. Esto no pasaba hace uno, dos, tres, cuatro años; es un fenómeno reciente y esperemos que irreversible. España está viva en la conciencia de millones de españoles. Es una excelente noticia.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA
El 12 de octubre es la fiesta nacional española. Es una fecha extraordinariamente sugestiva. Por su contenido originalmente religioso-la Virgen del Pilar-, evoca uno de los rasgos mayores de la identidad cultural española, que ha sobrevivido incluso a la
secularización de las naciones modernas; hoy la celebración ya no puede ni debe sustentarse en ninguna suerte de confesionalidad oficial, pero es evidente que la identidad histórica española no puede entenderse sin ese elemento religioso. Y el 12 de octubre es también, por supuesto, la fecha que señala la mayor aportación de
España a la historia universal: el descubrimiento y apertura de un continente nuevo, hecho que cambió la imagen del mundo y marcó el destino de la humanidad. El 12 de octubre es, por tanto, una fecha de indiscutible valor nacional.
En este año de 2007, la celebración de la fiesta presenta rasgos contradictorios, agridulces. Lo agrio es esto: nunca la unidad nacional había estado tan amenazada como ahora, no sólo por la presión de los separatismos, sino, sobre todo, por la debilidad de un Gobierno español que considera inocuo aliarse con quienes quieren destruir España. Pero lo dulce es esto otro: nunca antes, desde hace muchos años, se había vivido en la calle una conciencia tan viva de lo nacional, de la defensa de España y de su unidad, de nuestra democracia y nuestras libertades colectivas, de los símbolos de la nación.
A la hora del balance, quizá convenga quedarse con la parte positiva. Nadie ignora y esta Fundación menos que nadie- los enormes peligros que gravitan sobre la unidad nacional. Pero la reacción de la ciudadanía es tan honda y tan sincera, la profusión de banderas de España es tan espontánea y masiva, la conciencia nacional ha crecido tanto y tan intensamente, que puede hablarse de una nueva esperanza. Esto no pasaba hace uno, dos, tres, cuatro años; es un fenómeno reciente y esperemos que irreversible. España está viva en la conciencia de millones de españoles. Es una excelente noticia.
FUNDACIÓN DENAES, PARA LA DEFENSA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA
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