El PSOE no acepta la libertad de expresión del colectivo religioso católico
El PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero ha iniciado una fuerte campaña contra la Iglesia Católica, a la que culturalmente pertenece por tradición e historia España, con la excusa de la libertad religiosa, un derecho que impera y se practica en nuestra nación, incluso antes de llegar la democracia.
En la más pura y dura tradición de la izquierda de persecución, acoso y derribo de la Iglesia Católica, de la que ha dado múltiples y dramáticos ejemplos el siglo pasado, el PSOE de Zapatero persiste en su obsesiva actividad.
La delegación en Valencia de este partido centralista se está poniendo a tono y en consonancia con las directrices que emanan de las oscuras trastiendas y polvorientos trasteros de Moncloa y no cesa en sus ataques a una institución que, independientemente de su valor religioso, sigue aportando a la sociedad numerosos valores culturales y sociales.
Sólo con lo que a diario ofrece Cáritas y las órdenes dedicadas a la enseñanza y a atender ancianos y marginados, labor subsidiaria que realiza la Iglesia ante la inacción y omisión del Gobierno socialista en el campo de los marginados y desasistidos, la Iglesia Católica, para aquello que se consideran ateos o agnósticos, como la mayoría de los socialistas, ya es digna del máximo de los respetos.
Ayer fue la portavoz adjunta del PSPV en Les Corts, Carmen Ninet, quien insultó gravemente al cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García Gascó, “ni siquiera en el día de nuestra Patrona deja de actuar como cardenal de cabecera del PP”, todo porque en la homilía de la Missa d´Infants, el prelado reclamó al gobierno del Estado un “mejor cuidado de la libertad religiosa”, una mayor atención a los inmigrantes por parte del Gobierno de la Nación, que gozan de la dignidad de ser hijos de Dios, y exigió a los poderes del Estado, en manos del PSOE hoy, que no “extendiera la licencia para matar” ampliando las facilidades para abortar, que es exterminar al ser en ciernes creado, pero no nacido.
Por estas reivindicaciones, que independientemente de son humanísimas, el PSOE califica vergonzosa y vilmente al Arzobispo de “Cardenal de cabecera del PP”. Una manera muy clarividente de autocalificarse el socialismo valenciano a través de su portavoz suplente en las Cortes Valencianas.
En la más pura y dura tradición de la izquierda de persecución, acoso y derribo de la Iglesia Católica, de la que ha dado múltiples y dramáticos ejemplos el siglo pasado, el PSOE de Zapatero persiste en su obsesiva actividad.
La delegación en Valencia de este partido centralista se está poniendo a tono y en consonancia con las directrices que emanan de las oscuras trastiendas y polvorientos trasteros de Moncloa y no cesa en sus ataques a una institución que, independientemente de su valor religioso, sigue aportando a la sociedad numerosos valores culturales y sociales.
Sólo con lo que a diario ofrece Cáritas y las órdenes dedicadas a la enseñanza y a atender ancianos y marginados, labor subsidiaria que realiza la Iglesia ante la inacción y omisión del Gobierno socialista en el campo de los marginados y desasistidos, la Iglesia Católica, para aquello que se consideran ateos o agnósticos, como la mayoría de los socialistas, ya es digna del máximo de los respetos.
Ayer fue la portavoz adjunta del PSPV en Les Corts, Carmen Ninet, quien insultó gravemente al cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García Gascó, “ni siquiera en el día de nuestra Patrona deja de actuar como cardenal de cabecera del PP”, todo porque en la homilía de la Missa d´Infants, el prelado reclamó al gobierno del Estado un “mejor cuidado de la libertad religiosa”, una mayor atención a los inmigrantes por parte del Gobierno de la Nación, que gozan de la dignidad de ser hijos de Dios, y exigió a los poderes del Estado, en manos del PSOE hoy, que no “extendiera la licencia para matar” ampliando las facilidades para abortar, que es exterminar al ser en ciernes creado, pero no nacido.
Por estas reivindicaciones, que independientemente de son humanísimas, el PSOE califica vergonzosa y vilmente al Arzobispo de “Cardenal de cabecera del PP”. Una manera muy clarividente de autocalificarse el socialismo valenciano a través de su portavoz suplente en las Cortes Valencianas.
Fuente: Valenciahui
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