Los Expertos alaban la calidad de los frescos de la iglesia construida en 1972 en Gaibiel
Una de las pinturas sufrió daños durante la Guerra Civil al explotar una bomba
La calidad de los frescos aparecidos en la Iglesia de Gaibiel ha sorprendido incluso a los expertos que los restauran, los cuales concluirán su trabajo a mediados de julio.
Las pinturas corresponden a finales del siglo XVII o principios del XVIII y son obra de taller, lo que quiere decir que están sin firmar y fueron pintadas en un taller por los aprendices y ayudantes de un determinado artista, que, en este caso, pudo ser Olier o Vergara.
La restauración de las pinturas es fruto del convenio suscrito por la Generalitat con la Diputación de Castellón y los obispados de Segorbe y Tortosa. La intervención, que requerirá un presupuesto de 56.6666 euros, es ejecutada por la firma Cyrespa. El proyecto, del arquitecto Juan Ignacio Gil, prevé, además de la restauración de las pinturas, el saneamiento de humedades, rellenado de grietas y limpieza del pórtico de entrada al templo, según explicó a LAS PROVINCIAS de Castellón el párroco local.
Los diversos tondos, pechinas, lunetos y cartelas del templo representan distintas alegorías a la vida y obra de San Pedro Apóstol, a cuyo culto está dedicado el templo. Las pinturas más grandes representan pasajes sagrados como la visión de Jafa, la liberación milagrosa de la cárcel, la glorificación de Pedro, la entrega de las llaves y la entrega de limosna a un tullido. Este último fresco sufrió daños durante la Guerra Civil, lo que hizo que se perdiera más de la mitad del tondo.
La iglesia, que empezó a ser construida a finales de 1792, es de estilo corintio, posee tres naves, crucero, cúpula y una amplio coro. El templo ha tenido que ser rehabilitado y restaurado en diversas ocasiones, si bien su altar mayor y pórtico de entrada no ha cambiado nunca.
La calidad de los frescos aparecidos en la Iglesia de Gaibiel ha sorprendido incluso a los expertos que los restauran, los cuales concluirán su trabajo a mediados de julio.
Las pinturas corresponden a finales del siglo XVII o principios del XVIII y son obra de taller, lo que quiere decir que están sin firmar y fueron pintadas en un taller por los aprendices y ayudantes de un determinado artista, que, en este caso, pudo ser Olier o Vergara.
La restauración de las pinturas es fruto del convenio suscrito por la Generalitat con la Diputación de Castellón y los obispados de Segorbe y Tortosa. La intervención, que requerirá un presupuesto de 56.6666 euros, es ejecutada por la firma Cyrespa. El proyecto, del arquitecto Juan Ignacio Gil, prevé, además de la restauración de las pinturas, el saneamiento de humedades, rellenado de grietas y limpieza del pórtico de entrada al templo, según explicó a LAS PROVINCIAS de Castellón el párroco local.
Los diversos tondos, pechinas, lunetos y cartelas del templo representan distintas alegorías a la vida y obra de San Pedro Apóstol, a cuyo culto está dedicado el templo. Las pinturas más grandes representan pasajes sagrados como la visión de Jafa, la liberación milagrosa de la cárcel, la glorificación de Pedro, la entrega de las llaves y la entrega de limosna a un tullido. Este último fresco sufrió daños durante la Guerra Civil, lo que hizo que se perdiera más de la mitad del tondo.
La iglesia, que empezó a ser construida a finales de 1792, es de estilo corintio, posee tres naves, crucero, cúpula y una amplio coro. El templo ha tenido que ser rehabilitado y restaurado en diversas ocasiones, si bien su altar mayor y pórtico de entrada no ha cambiado nunca.
Fuente: "Las Provincias"
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