miércoles, febrero 04, 2009

Denuncian que comercios chinos y árabes incumplen los horarios comerciales

Tras muchos años en los que la provincia de Castellón estuvo batiendo todos los records en materia de creación de empleo, el pasado 2008 Castellón volvió a batir otro record nacional, aunque en este caso negativo, ya que nuestra provincia fue la que sufrió el mayor ascenso de paro en toda España, habíendose doblado el número de parados, pasando de 23.300 a 46.500 en tan sólo un año. El 14,7% de nuestra población activa está en el paro, situándonos por primera vez en mucho tiempo por encima de la media nacional.

DN Castellón ha estado avisando desde su creación que el tipo de economía que se estaba llevando a cabo en nuestra provincia era insostenible. Avisamos que no podíamos seguir viviendo de la construcción, creando empleos precarios, poco productivos y sin cualificación, que debíamos diversificar más nuestra industria, demasiado centrada en la cerámica, dependiente a su vez de la construcción, y que el abandono progresivo de nuestra agricultura y de nuestra ganadería iba a traer graves consecuencias en el contexto de posibles crisis alimentarias y energéticas a las que podemos enfrentarnos en el futuro.

Nuestra economía era un gigantesco castillo de naipes que, en cuanto los bancos han cerrado el grifo y la burbuja inmobiliaria ha estallado, se ha venido abajo. La construcción ha frenado en seco, mandando a seis mil personas al paro en un sólo año. Sólo en 2008 se han llevado a cabo más de trescientos expedientes de regulación de empleo en Castellón y 2009 pinta aún peor. Nuestra industria cerámica está pasando su peor momento, afectando gravemenete a los municipios donde estaba más asentada, como Onda y Alcora; nuestro pequeño comercio sigue desapareciendo y es sustituido por comercios chinos y árabes que incumplen los horarios comerciales y que hacen que nuestra ciudad se parezca cada vez menos a la ciudad en la que crecimos, y aunque nuestros endófobos progres están encantados con tanta "multicultutralidad", en DN sabemos de sobra que la mayoría de los castellonenses no están contentos con esta situación. Nuestra citricultura sigue empeorando año tras año con precios ruinosos para nuestros agricultores, mientras los intermediarios siguen ganando dinero a manos llenas. A pesar de haber sido despreciada y ninguneada desde hace años por los políticos, este año la campaña citrícola les ha salvado de un apuro, porque de no ser por ella las cifras del desempleo habrían sido mucho mayores

Para empeorar aún más este desastre, en el año 2008 siguieron llegando inmigrantes sin ningún control. El número de extranjeros pasó de 88.221 a 105.884 (cifra oficial, la real será áun mayor) siendo ya casi el 20% de nuestra población, todo eso en un momento en el que la economía provincial está en caida libre. Además, estamos hablando de cifras de enero de 2008, estamos a la espera de que el INE dé las cifras de enero de 2009, que pueden ser aún peores. Los inmigrantes son casi el 30% de los parados y encima el pasado 1 de enero de 2009, a nuestro demencial gobierno del PSOE no se le ocurrió otra cosa que eliminar la moratoria laboral que había sobre los ciudadanos búlgaros y rumanos. Habiendo una gran cantidad de éstos últimos en nuestra provincia, esto sólo va a contribuir a empeorar aún más nuestro mercado laboral.

Es cierto que parte de los inmigrantes rumanos que habían venido a Castellón están volviendo a su país, aunque son pocos, recordemos que en todo Castellón la cifra de inmigrantes que se ha acogido al Plan de Retorno Voluntario del gobierno es de ¡¡trece!! Desde DN nos alegramos por ellos y les deseamos que puedan vivir y trabajar en su país natal, pero también lamentamos el hecho de que se están yendo los rumanos con más ganas de trabajar y están siendo sustituidos por rumanos de etnia gitana, que vienen con muy pocas ganas de trabajar y que viven directamente de las ayudas sociales.Ya es algo normal estar en la cola de un supermercado y que el inmigrante que está delante de ti pague con un papelito que le proporcionan los servicios sociales del ayuntamiento o de la Generalidad mientras que el trabajador de Castellón paga con su dinero y vive con el agua al cuello, ahogado por la hipoteca y por la incertidumbre laboral.

Cuando no se hacen las cosas bien durante muchos años se acaba pagando el precio. Llevamos años abandonando nuestra citricultura, hemos permitido que empeore el nivel educativo y cultural de nuestros jóvenes y hemos abandonado la formación profesional para mejorar nuestra industria, dedicándonos en exclusiva a la construcción y al turismo. La primera ha reventado y tardará años en recuperarse. En cuanto al turismo, ya hemos abierto un gran casino en la ciudad, ya hemos llenado la provincia de burdeles y de macro-discotecas donde nuestros jóvenes se meten su dosis de droga cada fin de semana. Hace diez años, nuestra clase política nos prometió que seríamos un referente mundial en turismo, que se iban a construir formidables parques de atracciones turísiticas y complejos urbanísticos con campos de golf a los que vendría a vivir la gente más guapa y más rica del mundo. Bien, han pasado diez años y todavía estamos esperando a que se haga algo. Nuestros encantadores super-liberales, viviendo en su mundo feliz particular, nos aseguraron que no había ningún problema si desaparecían nuestra agricultura, ganadería, pesca e industria y que todos podríamos vivir del turismo para siempre jamás. No nos dijeron qué pasaría si venía una crisis alimentaria, energética, bélica o económica y los turistas europeos dejaban de venir y tampoco nos explicaban el motivo por el cual el turismo no puede deslocalizarse de la misma manera que se deslocalizan otras acticvidades económicas.

La política de inmigración, tanto del PP como del PSOE, ha sido simplemente criminal. La ciudad que heredamos de nuestros padres y de nuestros abuelos cada vez se parece más a Nueva York y cada vez nos cuesta más identificarnos con ella. La delincuencia y los maltratos a mujeres se han disparado debido casi en exclusiva a los extranjeros. El gasto en infraestructuras en materia de sanidad, educación o seguridad que provoca esta entrada salvaje de foráneos se ha disparado y amenaza con reventar nuestro presupuesto. El Islam se ha asentado en nuestra provincia, especialmente en Benicarló, Alcalá de Chivert y Burriana y amenaza con convertirse en un serio peligro a medio plazo, debido a su explosiva demografía.

Las perspectivas a medio plazo son muy malas para nuestra provincia y creemos que ni el PP ni el PSOE van a ser capaces de solucionar nuestros problemas ¿cómo van a hacerlo, si son ellos los que los han provocado? Desde Democracia Nacional nos dirigimos al ciudadano castellonense: si quieres acabar con el bipartidismo PP-PSOE ¡¡mándalos al paro!! y únete a DN.
Comunicado del Partido -Democracia Nacional Castellón
Foto: Manuel Canduela, Presidente Nacional de D.N.

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