Levante mercantil valenciano entrevista a Ignasi Pla, tras las elecciones autonomicas y municipales
Ignasi Pla: «Lo fácil es tirar la toalla, pero me gusta dar la cara»
El secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla (Atzeneta d'Albaida, 1959), acaba de consumir su última oportunidad para ser presidente de la Generalitat. Frente a los sectores que piden cambios inmediatos, prefiere seguir al frente del partido hasta las elecciones generales de 2008.
¿Esperaba los resultados?
El secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla (Atzeneta d'Albaida, 1959), acaba de consumir su última oportunidad para ser presidente de la Generalitat. Frente a los sectores que piden cambios inmediatos, prefiere seguir al frente del partido hasta las elecciones generales de 2008.
¿Esperaba los resultados?
-No los esperaba. Ha sido una sorpresa para nosotros y para el PP. Ellos pensaban ganar, pero nosotros creíamos que teníamos opciones.
¿A qué se han debido?
-El PP ha jugado muy bien sus bazas, generando temor al cambio, especialmente con la idea del tripartito, y ha sido capaz de situarse como el partido del progreso y del avance de la Comunitat, con independencia de los servicios que pueda prestar.
¿Qué ha pasado en las capitales y el área metropolitana?
-La pérdida de poder local constata la incapacidad de enraizar socialmente nuestro proyecto colectivo. No sólo no hemos sido capaces de movilizar a la gente, sino que hemos perdido en sitios donde el Gobierno había sido muy pensado en clave de los ciudadanos. Las siglas han primado sobre las personas. En Torrent, una desconocida ha obtenido una mayoría absoluta frente a una persona muy conocida que ha hecho un trabajo magnífico. Ha habido una pugna ideológica entre siglas en la que aparecen componentes que han conformado la posición de los indecisos, como la política antiterrorista del Gobierno.
¿Es posible combatir esos argumentos con pensiones de 600 euros o 3.000 euros por hijo?
-Es difícil, se ha demostrado. El PP ha puesto en primera línea de la oposición al Gobierno su política antiterrorista. Combatir a un partido que está dispuesto a cualquier cosa para mantenerse en el poder o para alcanzarlo va a ser muy difícil.
¿Habría sido distinto el resultado de no haber estado tan presente la política nacional?
-No lo creo. No creo que haya sido determinante. Está ahí, pero no puede ser la excusa.
¿Ha fallado el mensaje o la forma en que se ha difundido?
-Ha fallado la posición política. El PSPV ha aparecido como el partido del no, como el partido que no busca el avance. El PP ha aparecido como el partido del sí, aunque en la práctica no es así. Hemos de repensar el discurso y la posición política, ver por qué aquellos a los que va dirigido nuestro mensaje, que son las personas que más se beneficiarían de unas políticas socialistas, deciden no votar o no apoyarnos. El PP ha conseguido identificarse con la Comunitat, aunque la mitad de la Comunitat no lo haya votado. Hay que desenmascarar ese discurso y presentar una alternativa creíble y que genere confianza.
¿Era Compromís un buen aliado ?
-Nunca quise que Compromís fuese un aliado. Sabía el riesgo de que se generase una sensación de miedo a lo incierto y al cambio, por eso siempre mantuve que, si podía, gobernaría solo. Sostuve que la moratoria no podía ser porque no se puede parar esta comunidad y que determinadas posiciones, como el rescate de las concesiones, no eran posibles. El problema es la dificultad de que se perciba ese mensaje. El PP ha sido muy eficaz. La gente ha identificado el tripartito con riesgo.
¿Los votantes han tenido miedo al cambio o a la llegada de quienes el PP critica por comunistas, republicanos, ecologistas y nacionalistas?
-La gente ha tenido miedo al cambio, pero en mayor medida ha tenido miedo ante determinadas posiciones de esa coalición. Algunos planteamientos de Compromís han pesado más que los posicionamientos racionales y razonables que hemos defendido nosotros.
¿La forma de que la izquierda vuelva al Consell es que deje de ser de izquierdas?
-Estoy convencido de que no. No creo que la mejor manera sea abandonar valores y principios, lo que hay que hacer es adecuarlos a la realidad. La izquierda tiene que continuar siendo la izquierda, la opción de los derechos de los ciudadanos, la impulsora y transformadora de realidades. El mero hecho de que muchos no nos voten o hayan dejado de ir a votar nos tiene que hacer tener más fortaleza para poderlos convencer. Desde los valores y principios de la izquierda, tenemos que ser capaces de hacerles copartícipes de la necesidad de cambio.
¿Serán capaces también de combatir la idea de que el Gobierno central margina a la Comunitat?
-Es verdad que tenemos una campaña electoral muy difícil. El discurso que ha hecho el PP es muy simple y eficaz, pero no hemos de ser débiles. Si el AVE está en marcha, hay que defender que está en marcha; si el agua es ya de verdad un tema en vías de solución clara, o si tenemos en estos momentos la mayor inversión de la historia de un Gobierno central en la Comunitat, hay que defenderlo con la cara alta para que los ciudadanos lo comprendan pese al engaño.
¿Ha sido eficaz la Delegación del Gobierno en la «venta» de las políticas del Ejecutivo?
-La Delegación del Gobierno ha sido eficaz en hacer realidad lo que hasta que llegamos al Gobierno eran promesas o ficciones. El Gobierno ha apostado por los hechos en lugar de por la propaganda. En política no todo vale. No podemos recurrir a la mismas armas que el PP.
¿Cómo afronta su futuro en el ámbito orgánico?
El PSPV ha perdido las elecciones en la Comunitat y ahora tiene que afrontar unas generales debe aportar votos a la victoria. Hay una dirección que sabe cómo conducir este proceso. El Comité Nacional me ha dado su confianza para defender este proyecto y hacer el análisis que nos lleve a un congreso en que plantemos las bases y elijamos a las personas que tienen que encarnar este nuevo tiempo.
¿Puede garantizar la paz interna hasta las elecciones de 2008?
-Estoy plenamente convencido. No podemos caer en errores del pasado. El debate es bueno, la discrepancia es positiva, pero los errores del pasado suponen la incapacidad de decidir hacia donde se quiere ir.
Simancas ya ha renunciado a volverse a presentar. ¿Qué hará usted?
-He dicho muchas veces que creo que ocho años son suficientes para dirigir un partido [Pla fue elegido secretario general en septiembre de 2000]. Los gestos de cara a la galería en un momento en que se exige responsabilidad, sentido común, valentía y coraje, no son mi forma de actuar. Lo más fácil es tirar la toalla, pero a mi me gusta dar la cara. El futuro vendrá determinado por lo que decidan los militantes. Yo siempre he estado a disposición del partido.
¿La decisión de Rubio de poner su cargo a disposición de la ejecutiva ha sido también un gesto de cara a la galería?
-Me parece que sí. Se pueden hacer esos gestos para quedar satisfactoriamente ante determinados espacios públicos, pero no aportan nada a lo que necesita el partido.
¿Se presentará a la reelección en el congreso ordinario de 2008?
-Lo propio sería que cada ocho años hubiese renovación de direcciones. El gran potencial que tenemos es que hemos incorporado a mucha gente joven, nueva y muy preparada. Hay que dar espacio para que puedan diseñar y trasladar el proyecto que quieren. Es lo que voy a hacer de aquí a 2008.
¿Cómo interpreta las palabras de Sevilla y los movimientos de Alarte?
-Sevilla es un ministro y militante que ha pedido un proceso de reflexión que comparto. Alarte es una persona más, que ha ganado en su pueblo, que ha merecido la confianza ciudadana y que tienen el bagaje suficiente para saber que en estos momentos toca sumar y aportar. Está en mi ejecutiva y en el Comité Nacional, por lo que forma parte de la dirección del partido y de lo que ha sido un proyecto que no ha recibido el apoyo mayoritario.
Son los dos recambios que más suenan. ¿Apoyaría a alguno?
-Yo sé lo que tengo que hacer de aquí a 2008, pero creo que es muy pronto para hablar de ello. No es un proyecto personal, será un proyecto que encabezará una persona, pero tendrá que ser un proyecto que los militantes entiendan y compartan. Hemos de hacer una reflexión profunda sin buscar culpables. La frustración no se combate repartiendo culpa, sino con análisis y reflexión serena, con valentía y coraje.
¿Qué es valentía ¿Cambiar el equipo o cambiar el ideario?
-El ideario no se cambia, lo que hay que hacer es reflexionar para ver cómo lograr una posición política que pueda ser entendida, lo que pasa por rediseñar equipos.
¿Puede el PSPV recuperarse sólo con un cambio de equipo?
-Creo que sí. Tenemos experiencia en la historia reciente de este país y de Europa. Es mucho más peligroso entrar en variables de confusión ideológica. En Gran Bretaña, después de 20 años de gobierno conservador, hubo un cambio porque el nuevo laborismo elaboró sobre el ideario socialista una serie de políticas que consolidaron su posición. Hemos de hacer un proceso de reflexión y análisis para adecuar nuestros discursos y posiciones políticas, dentro de los valores y principios que defendemos, con gente que sea capaz de generar confianza.
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