Piden a Garzón que aclare la ejecución de 46 republicanos por orden de sus mandos
Según informa ABC, el juez Garzón recibió una nueva solicitud para incluir nada menos que a 46 combatientes republicanos en su censo de desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura. La novedad señalada en el caso es que muchos de ellos fueron fusilados por sus propios mandos republicanos sin mediar juicio o consejo de guerra alguno.
La petición, presentada por el investigador de la Guerra Civil Pedro Corral, fue realizada en la Audiencia Nacional subrayando la carencia de "imputación previa, procesamiento y condena en juicio alguno" en la decisión de ejecutar a los soldados, muchos de ellos voluntarios.
Los 46 soldados, señala ABC, fueron ejecutados el 20 de enero de 1938, y formaban parte de los Batallones 1º y 2º de la 84ª Brigada Mixta del Ejército Popular de la República. Además, fueron sepultados en los alrededores de Rubielos de Mora (Teruel) en lo que fue justificado como un "castigo ejemplar" debido a que habían pedido el cumplimiento del permiso que se les había prometido por su participación en la toma de Teruel.
"Que acaben cuanto antes"
Dicho suceso, que Corral califica de "asesinato colectivo" es ahora recordado en una iniciativa particular del investigador, "en el deber de colaborar con la Justicia en esta titánica tarea". "Este juzgado se ocupa de temas tan importantes como el terrorismo etarra e islámico, por lo que mi deber es colaborar para que acaben con el censo cuanto antes".
Corral espera que el proceso iniciado por Garzón no sea contraproducente y ocasione un nuevo dolor a los familiares de todas las víctimas. "Esta aportación busca que no se distingan unas víctimas de otras", afirma además el investigador. "Se habla de reabrir heridas, pero cuando realmente se reabren es cuando se pregunta a los muertos de qué bando son", subraya además.
Corral espera que su solicitud sea atendida, y no ocurra como con la planteada por el intelectual Andreu Nin, dirigente del POUM durante la República y asesinado por los comunistas durante la Guerra Civil.
Ian Gibson y la tumba de Lorca
La polvareda levantada por Garzón también tiene otras consecuencias para las víctimas de la guerra. Paralelamente a la solicitud de Corral, el famoso hispanista Ian Gibson también acudió, casualmente el mismo día a la Audiencia Nacional, junto a los familiares del maestro de Pulianas Dióscoro Galindo y el banderillero Francisco Galadí, supuestamente enterrados en la misma tumba que la del poeta granadino. Su objetivo es aprovechar lo que denomina un "paso de gigante", la iniciativa de Garzón, para conocer el lugar en el que está enterrado el poeta, "la obsesión de mi vida", reconoce.
Según publica ABC, el hispanista irlandés pretende pasar por encima de la voluntad de los seis descendientes vivos del poeta, dado que tiene el apoyo de los familiares de Galindo y Galadí. No obstante, es la propia nieta del primero la que define a Gibson como "promotor" del asunto. El irlandés declaró que "le llama la atención" que en una familia "progresista" haya tal consenso a la hora de darle el no.
Gibson, por su parte, señala que "si la familia no quiere sacarlo de allí me parece muy bien, pero sí creo que tengo derecho a saber si está". Según las declaraciones del polémico hispanista en ABC, iniciativas como la de Garzón no sirven para "reabrir heridas" sino que "eso es lo que dice la derecha, las heridas están ahí y sólo se cerrarán si se descubren los restos. Es reconciliación, lo único que puede servir para que este país avance".
Fuente: ABC
Foto: La Nación
La petición, presentada por el investigador de la Guerra Civil Pedro Corral, fue realizada en la Audiencia Nacional subrayando la carencia de "imputación previa, procesamiento y condena en juicio alguno" en la decisión de ejecutar a los soldados, muchos de ellos voluntarios.
Los 46 soldados, señala ABC, fueron ejecutados el 20 de enero de 1938, y formaban parte de los Batallones 1º y 2º de la 84ª Brigada Mixta del Ejército Popular de la República. Además, fueron sepultados en los alrededores de Rubielos de Mora (Teruel) en lo que fue justificado como un "castigo ejemplar" debido a que habían pedido el cumplimiento del permiso que se les había prometido por su participación en la toma de Teruel.
"Que acaben cuanto antes"
Dicho suceso, que Corral califica de "asesinato colectivo" es ahora recordado en una iniciativa particular del investigador, "en el deber de colaborar con la Justicia en esta titánica tarea". "Este juzgado se ocupa de temas tan importantes como el terrorismo etarra e islámico, por lo que mi deber es colaborar para que acaben con el censo cuanto antes".
Corral espera que el proceso iniciado por Garzón no sea contraproducente y ocasione un nuevo dolor a los familiares de todas las víctimas. "Esta aportación busca que no se distingan unas víctimas de otras", afirma además el investigador. "Se habla de reabrir heridas, pero cuando realmente se reabren es cuando se pregunta a los muertos de qué bando son", subraya además.
Corral espera que su solicitud sea atendida, y no ocurra como con la planteada por el intelectual Andreu Nin, dirigente del POUM durante la República y asesinado por los comunistas durante la Guerra Civil.
Ian Gibson y la tumba de Lorca
La polvareda levantada por Garzón también tiene otras consecuencias para las víctimas de la guerra. Paralelamente a la solicitud de Corral, el famoso hispanista Ian Gibson también acudió, casualmente el mismo día a la Audiencia Nacional, junto a los familiares del maestro de Pulianas Dióscoro Galindo y el banderillero Francisco Galadí, supuestamente enterrados en la misma tumba que la del poeta granadino. Su objetivo es aprovechar lo que denomina un "paso de gigante", la iniciativa de Garzón, para conocer el lugar en el que está enterrado el poeta, "la obsesión de mi vida", reconoce.
Según publica ABC, el hispanista irlandés pretende pasar por encima de la voluntad de los seis descendientes vivos del poeta, dado que tiene el apoyo de los familiares de Galindo y Galadí. No obstante, es la propia nieta del primero la que define a Gibson como "promotor" del asunto. El irlandés declaró que "le llama la atención" que en una familia "progresista" haya tal consenso a la hora de darle el no.
Gibson, por su parte, señala que "si la familia no quiere sacarlo de allí me parece muy bien, pero sí creo que tengo derecho a saber si está". Según las declaraciones del polémico hispanista en ABC, iniciativas como la de Garzón no sirven para "reabrir heridas" sino que "eso es lo que dice la derecha, las heridas están ahí y sólo se cerrarán si se descubren los restos. Es reconciliación, lo único que puede servir para que este país avance".
Fuente: ABC
Foto: La Nación
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