La Falange socialista y republicana de Castellón apoya a Garzón en la busqueda de los desaparecidos en contiendas civiles
La iniciativa del juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, tiene por objeto recuperar los restos de cada uno de los fusilados o desaparecidos durante la pasada contienda civil, hace ahora 70 años. Durante diversas épocas, varias asociaciones de víctimas del franquismo entre las que se encuentra también la Falange Auténtica del sector hedillista y otros afectados individuales se han dirigido al Juez Garzón para denunciar que en España hubo otra persecución una vez finalizada la guerra civil española, cuya represión y cadáveres no se han encontrado. Pero esto no queda aquí, pues Falange Auténtica ha pedido que se busquen los cadáveres de otros fusilados durante el exterminio y eliminación del "contrario" realizados por las tropas de la dictadura comunista contra la llamada "División Azul" y que según este partido político dice que están esparcidos sus cuerpos por media Europa incluida la hoy democrática Rusia.
Para Falange Auténtica últimamente se ha incrementado el número de personas que participan en la tarea de recuperar lo que se ha dado en llamar “Memoria Histórica”, que consiste básicamente, en rescatar del olvido los nombres y apellidos de los millares de personas del bando republicano que fueron fusiladas o desaparecieron sin dejar rastro en el transcurso de la Guerra Civil y comienzos de la posguerra.
Es indudable que este penoso trabajo cuenta con un amplio respaldo social, sobre todo de las familias de los difuntos, que llevan décadas esperando encontrar a sus seres queridos para darles un enterramiento digno. En idéntica circunstancia se encuentran los familiares de miles de personas asesinadas y desaparecidas gracias a la persecución del gobierno del Frente Popular y la labor de las distintas checas, encargadas de represaliar a quienes no participaban de sus mismos supuestos ideológicos. También deberían formar parte de esa memoria histórica, les guste o no a los profetas de la moderna progresía y al propio gobierno ZP, los miles de expedicionarios que constituyeron la División Española de Voluntarios, conocida popularmente como División Azul, expresa su dirigente en Castellón, Juan Carlos García Moreno.
Para este dirigente falangista de La Plana, la División Azul se integró de gente sencilla que un buen día, por unas u otras razones (principalmente ideológicas, aunque también por aventura o mera necesidad) decidieron marchar a la estepa rusa para “devolverles la visita”.
García Moreno dice que la mitad de los cuarenta y cinco mil divisionarios pagó aquella experiencia con la vida, la salud o la libertad, o que la inmensa mayoría de los voluntarios inscritos en la milicia de Castellón eran jornaleros y obreros sin cualificación. Más adelante Moreno deja constatado que Franco mandó a más de 5.000 falangistas para elejarlos de España, lo que para esta organización supuso una muestra más de la usurpación y tergiversación de los ideales falangistas, amén de sus símbolos, por parte de un régimen dictatorial que de falangista no tenía absolutamente nada.
Como mucho la cáscara. Aprovechándose de la buena voluntad de los voluntarios, movidos por sus ideales, el régimen se quitó de encima, y de un plumazo, a un número considerable de opositores. Auténticos falangistas que si no hubiesen marchado a Rusia hubieran denunciado una y mil veces que el régimen surgido del 18 de julio de 1936 supuso la aniquilación del sueño de amor y de justicia que representó la Falange fundacional.
Falange Auténtica ha expresado formalmente su apoyo a la búsqueda de estos hombres muertos y olvidados por la democracia española, pero entienden que por dignidad, los otros que también cayeron, son también desaparecidos, Garzón tiene la obligación de traerlos de nuevo a casa, al fin y al cabo, defendieron con sus vidas la libertad en Europa, apostilló el responsable de F.A.en Castellón.
Redacción/El Informal Segorbino
Para Falange Auténtica últimamente se ha incrementado el número de personas que participan en la tarea de recuperar lo que se ha dado en llamar “Memoria Histórica”, que consiste básicamente, en rescatar del olvido los nombres y apellidos de los millares de personas del bando republicano que fueron fusiladas o desaparecieron sin dejar rastro en el transcurso de la Guerra Civil y comienzos de la posguerra.
Es indudable que este penoso trabajo cuenta con un amplio respaldo social, sobre todo de las familias de los difuntos, que llevan décadas esperando encontrar a sus seres queridos para darles un enterramiento digno. En idéntica circunstancia se encuentran los familiares de miles de personas asesinadas y desaparecidas gracias a la persecución del gobierno del Frente Popular y la labor de las distintas checas, encargadas de represaliar a quienes no participaban de sus mismos supuestos ideológicos. También deberían formar parte de esa memoria histórica, les guste o no a los profetas de la moderna progresía y al propio gobierno ZP, los miles de expedicionarios que constituyeron la División Española de Voluntarios, conocida popularmente como División Azul, expresa su dirigente en Castellón, Juan Carlos García Moreno.
Para este dirigente falangista de La Plana, la División Azul se integró de gente sencilla que un buen día, por unas u otras razones (principalmente ideológicas, aunque también por aventura o mera necesidad) decidieron marchar a la estepa rusa para “devolverles la visita”.
García Moreno dice que la mitad de los cuarenta y cinco mil divisionarios pagó aquella experiencia con la vida, la salud o la libertad, o que la inmensa mayoría de los voluntarios inscritos en la milicia de Castellón eran jornaleros y obreros sin cualificación. Más adelante Moreno deja constatado que Franco mandó a más de 5.000 falangistas para elejarlos de España, lo que para esta organización supuso una muestra más de la usurpación y tergiversación de los ideales falangistas, amén de sus símbolos, por parte de un régimen dictatorial que de falangista no tenía absolutamente nada.
Como mucho la cáscara. Aprovechándose de la buena voluntad de los voluntarios, movidos por sus ideales, el régimen se quitó de encima, y de un plumazo, a un número considerable de opositores. Auténticos falangistas que si no hubiesen marchado a Rusia hubieran denunciado una y mil veces que el régimen surgido del 18 de julio de 1936 supuso la aniquilación del sueño de amor y de justicia que representó la Falange fundacional.
Falange Auténtica ha expresado formalmente su apoyo a la búsqueda de estos hombres muertos y olvidados por la democracia española, pero entienden que por dignidad, los otros que también cayeron, son también desaparecidos, Garzón tiene la obligación de traerlos de nuevo a casa, al fin y al cabo, defendieron con sus vidas la libertad en Europa, apostilló el responsable de F.A.
Redacción/El Informal Segorbino
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