domingo, noviembre 08, 2009

Estrella de una patada un chihuahua y lo deja ciego

* MONTÁN FUE A OLERLE Y EL VECINO LO ESTAMPÓ CONTRA UNA PARED.
* La jueza condena al autor por maltrato a 30 días de trabajos en beneficio social.

La titular del juzgado de Segorbe ha condenado a Guillermo M. G., vecino de Montán, a una pena de 30 días de trabajos en beneficio de la comunidad, ya que este propinó una patada de una perra de la raza pitcher chihuahua y la estrelló contra la pared provocando en el animal una ceguera y movilidad limitada.

Los hechos, según la sentencia a la que ha tenido acceso Mediterráneo, sucedieron el 6 de agosto del 2008, cuando una joven de la localidad, Jennifer G., sacó a pasear al animal por las calles de Montán. El can contaba en aquel momento con un peso de 800 gramos y tenía ocho años. La perra iba por la acera sin portar correa, por lo que su dueña la llamó para que se acercara, al percatarse de la presencia de una persona que venía hacia ellos paseando por la calle.

Cuando el can se aproximó hacia su propietaria, el condenado Guillermo M.G., quien caminaba en dirección contraria al can, la miró. El animal, al llegar a su altura con un trote normal, se acercó a este para olerle en los pies --un acto muy frecuente que llevan a cabo los perros--, pero el vecino, según explica el texto judicial, se paró, lo observó y dijo: "Pero, ¿esto qué mierda es?".

BRUTALIDAD Guillermo M.G., sin tener ningún tipo de contemplación por la pequeña perra, colocó su pie por debajo la tripa del can y la lanzó de inmediato por los aires con gran brutalidad. Esta impactó contra la parte inferior de un balcón que distaba del suelo unos tres metros y cayó golpeándose fuertemente la cabeza con la acera.

La perra tras estrellarse quedó inconsciente y dejó en el suelo, según los hechos probados durante el juicio y que se reflejan en la sentencia, un gran charco de sangre que propició la desesperación de su dueña, quien comenzó a llorar y a gritar por la impotencia al ver a su mascota en ese estado, muy herida.

La joven acudió enseguida a avisar a su padre, quien rápidamente trasladó al animal hasta una clínica veterinaria de guardia sita en la capital de La Plana. El agresor siguió caminando con total normalidad tras este acto.

El veterinario recomendó sacrificar al can, pero los dueños se negaron y en la actualidad está ciega por el traumatismo y padece una movilidad reducida. El condenado ha recurrido.

Fuente: El Periódico Mediterráneo


1 comentario:

Web El Toro dijo...

Una persona que no tiene respeto por otros seres vivos e inocentes, no se merece vivir en este mundo.
No hay perdón por mucho que recura o ubiese estado "enajenado u ofuscado"
Cuando yo me encuentre a ese vecino de Montan, tambien me ofuscare y le se asestaré tal golpe que si tiene suerte morirá y si no lo dejare solo para poder sorber papilla con una pajita.


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