Moliner encarga a Barrachina y Jarque que coordinen el grupo de trabajo para mejorar del servicio a los ayuntamientos
El presidente de la Diputación, Javier Moliner, cumple su compromiso de poner en marcha cuando antes el grupo de trabajo que anunció en la Cumbre de Cabanes para mejorar la coordinación y el servicio que presta la institución provincial a los ayuntamientos. Así, el pasado martes, después de mantener una reunión con el nuevo diputado, José Luis Jarque, les encargó a él y a Miguel Barrachina que lideren esta iniciativa.
Barrachina lo hace en su condición de responsable de las áreas de Hacienda y Contratación, que son las dos que más afectan a las relaciones entre Diputación y Ayuntamientos y que, precisamente, Moliner quiere ahora mejorar aún más. El papel de Jarque está relacionado con sus nuevas competencias como diputado de Asesoramiento y Asistencia a Municipios.
Ahora serán Barrachina y Jarque los que concretarán el plan de trabajo con el presidente de la Diputación, con el fin de que en enero pueda estar constituido el equipo de trabajo, que también integrarán algunos alcaldes y técnicos tanto de la Diputación como de los propios ayuntamientos.
Javier Moliner ya había ha anunciado que quiere tener en marcha durante la primera quincena de enero este grupo de trabajo “para que comience a dar resultados de inmediato”, ha dicho. Este fue uno de los principales compromisos que asumió Moliner en la cumbre de alcaldes celebrada el pasado día 12 en Cabanes y a la que acudieron más de un centenar de responsables municipales de toda la provincia.
En su ambición por lograr la máxima eficiencia en el menor plazo posible, Moliner anunció que “quiero que la representación de políticos en este equipo de trabajo no sea tan importante como la de los propios técnicos de la Diputación y los ayuntamientos, que son los que van a tener que hacer funcionar realmente esta resintonización de las administraciones”.
Hay que recordar que el presidente de la Diputación lanzó esta propuesta después de escuchar a los alcaldes de la mesa redonda que moderó el diputado Mario García. Y lo hizo, también, tras asegurar que “ha pasado ya la época de ver a la Diputación como un mero repartidor de subvenciones. Hay que dar un paso más y pasar de ser el ayuntamiento de ayuntamiento a convertirnos en el gestor de gestores”, algo que aprobaron los cerca de 90 alcaldes presentes en la cumbre de Cabanes.
Moliner ya transmitió un mensaje muy contundente de que “no voy a flaquear en mi responsabilidad de hacer la Diputación mucho más útil para los ayuntamientos”.
Así, el presidente de la Diputación de Castellón ha explicado que “quiero que en este grupo de trabajo, los alcaldes y los técnicos municipales nos trasladen que más podemos hacer en la prestación de servicios. Las diputaciones somos una administración esencial, con mayor importancia cuanto más pequeño es el municipio al que atendemos. Pero debemos rediseñarnos y potenciar nuestro trabajo en aquellos espacios en los que podamos ser más útiles”.
La otra propuesta de Javier Moliner, cuyo testigo ya ha sido recogido por el presidente de la Generalitat, fue celebrar una cumbre en la que las tres diputaciones autonómicas y la Generalitat analicen las funciones que cumple cada administración, redefinir las competencias y primar los servicios que pueda desarrollar mejor cada una, evitando las duplicidades. “Tenemos un cometido cooperativo, no competitivo”, aseguró Moliner.
Barrachina lo hace en su condición de responsable de las áreas de Hacienda y Contratación, que son las dos que más afectan a las relaciones entre Diputación y Ayuntamientos y que, precisamente, Moliner quiere ahora mejorar aún más. El papel de Jarque está relacionado con sus nuevas competencias como diputado de Asesoramiento y Asistencia a Municipios.
Ahora serán Barrachina y Jarque los que concretarán el plan de trabajo con el presidente de la Diputación, con el fin de que en enero pueda estar constituido el equipo de trabajo, que también integrarán algunos alcaldes y técnicos tanto de la Diputación como de los propios ayuntamientos.
Javier Moliner ya había ha anunciado que quiere tener en marcha durante la primera quincena de enero este grupo de trabajo “para que comience a dar resultados de inmediato”, ha dicho. Este fue uno de los principales compromisos que asumió Moliner en la cumbre de alcaldes celebrada el pasado día 12 en Cabanes y a la que acudieron más de un centenar de responsables municipales de toda la provincia.
En su ambición por lograr la máxima eficiencia en el menor plazo posible, Moliner anunció que “quiero que la representación de políticos en este equipo de trabajo no sea tan importante como la de los propios técnicos de la Diputación y los ayuntamientos, que son los que van a tener que hacer funcionar realmente esta resintonización de las administraciones”.
Hay que recordar que el presidente de la Diputación lanzó esta propuesta después de escuchar a los alcaldes de la mesa redonda que moderó el diputado Mario García. Y lo hizo, también, tras asegurar que “ha pasado ya la época de ver a la Diputación como un mero repartidor de subvenciones. Hay que dar un paso más y pasar de ser el ayuntamiento de ayuntamiento a convertirnos en el gestor de gestores”, algo que aprobaron los cerca de 90 alcaldes presentes en la cumbre de Cabanes.
Moliner ya transmitió un mensaje muy contundente de que “no voy a flaquear en mi responsabilidad de hacer la Diputación mucho más útil para los ayuntamientos”.
Así, el presidente de la Diputación de Castellón ha explicado que “quiero que en este grupo de trabajo, los alcaldes y los técnicos municipales nos trasladen que más podemos hacer en la prestación de servicios. Las diputaciones somos una administración esencial, con mayor importancia cuanto más pequeño es el municipio al que atendemos. Pero debemos rediseñarnos y potenciar nuestro trabajo en aquellos espacios en los que podamos ser más útiles”.
La otra propuesta de Javier Moliner, cuyo testigo ya ha sido recogido por el presidente de la Generalitat, fue celebrar una cumbre en la que las tres diputaciones autonómicas y la Generalitat analicen las funciones que cumple cada administración, redefinir las competencias y primar los servicios que pueda desarrollar mejor cada una, evitando las duplicidades. “Tenemos un cometido cooperativo, no competitivo”, aseguró Moliner.
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