El partido "D.N. Castellón" no quiere acuerdos agrícolas con Marruecos
Comunicado Democracia Nacional Castellón
Ante el acuerdo UE-Marruecos en materia agrícola
El Consejo de Ministros de la Unión Europea acaba de ratificar el acuerdo con Marruecos en materia agraria. Dicho acuerdo permitirá la entrada libre en España y Europa de todo tipo de frutas y hortalizas marroquíes. Todos los países del sur de Europa se verán seriamente afectados por la medida, sobre todo España y muy en especial las regiones de Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Canarias.
El acuerdo liberaliza la entrada de frutas y hortalizas marroquíes hacia Europa, con la excepción de seis productos "sensibles", como clementinas, tomates, ajos, calabacín, pepinos y fresas, que no tendrán entrada libre pero sí que verán aumentados sus contingentes (es decir, las toneladas que podrán enviar a Europa) de manera importante. Además, se reducen en un 30% los aranceles a diversos tipos de fruta. A cambio, Marruecos permitirá la entrada en su territorio de cereales, leche y carne, productos básicamente del centro y del norte de Europa, por lo que está claro que la agricultura del sur de Europa, en especial la española, ha sido usada como moneda de cambio.
Todo esto ocurre después de que Marruecos haya estado incumpliendo de manera sistemática el acuerdo vigente, introduciendo en Europa más toneladas de las previstas y a unos precios de entrada menores que los pactados. Tampoco parece que a las autoridades de Bruselas les haya producido el más mínimo impacto el reciente matonismo mostrado por la dictadura marroquí en el Sahara, ni la amenaza constante sobre Ceuta y Melilla (ciudades pertenecientes a un país europeo). El gobierno español, despreciando la gran manifestación del campo español de noviembre de 2009, apoya el acuerdo, volviéndose a comportar de nuevo como un empleado a sueldo de Marruecos, al igual que en otros tantos temas, como viene denunciando DN continuamente.
El acuerdo es totalmente negativo para España, ya que nuestros agricultores no pueden competir de ninguna manera con las condiciones laborales y salariales de Marruecos. Por otra parte, no se entiende que la UE, al mismo tiempo que impone medidas ambientales cada vez más estrictas a sus agricultores para poder cobrar ayudas (la llamada "condicionalidad") permita la entrada libre de productos marroquíes que no respetarán ninguna de estas condiciones. Mientras que en otras zonas del mundo, como Estados Unidos o Rusia, imponen condiciones durísimas a nuestros productos agrarios, nosotros permitimos la entrada libre de productos sin la más mínima garantía, con la probable entrada de nuevas plagas y enfermedades a nuestros campos. Del mismo modo actúan las grandes cadenas de distribución europeas, cuyos protocolos privados exigen la máxima calidad a los productos españoles en materia fitosanitaria, pero no exigen lo mismo a los marroquíes.
El acuerdo provocará más abandono de campos en España y es un paso más en la destrucción de nuestra agricultura, curiosamente financiada por nosotros mismos, ya que el Plan Verde marroquí, que es el que gestiona todas estas nuevas plantaciones (básicamente de cítricos y olivar) en el norte de África, está financiado en parte por la UE, además de por grandes capitales privados europeos, principalmente franceses y españoles.
La entrada libre de tomate marroquí ya está perjudicando seriamente a nuestra producción. En materia citrícola, si bien a corto plazo no hay problema, ya que nuestra calidad y producciones son más altas que la marroquí, lo será a medio plazo, ya que se prevé que Marruecos doble su producción de aquí a 2020. Y no sólo Marruecos, después de esto vendrán más acuerdos con el norte de África y con Turquía, principal productor hortícola del Mediterráneo, además del proyectado acuerdo para liberalizar el comercio agrícola-ganadero entre Europa y parte de Sudamérica (acuerdo UE-Mercosur)
Sólo falta la aprobación del Parlamento Europeo para cerrar el acuerdo, algo que tendrá lugar en 2011. El acuerdo es especialmente grave porque gran parte de la producción marroquí coincide con la campaña de comercialización española, además de que la agricultura está siendo en estos momentos un colchón importante para amortiguar la crisis. En el Levante español, muchos trabajadores que estaban en la construcción han logrado seguir teniendo ingresos porque se han pasado al campo. Esto es lo que les faltaba a nuestros agricultores, desmotivados por los bajos precios y por los continuos robos de cobre y de sus cosechas.
Tras este acuerdo, los españoles habremos dado otro paso más hacia la pérdida de soberanía alimentaria y dependeremos para comer, un poco más, de un país agresivo que nos odia, que tendrá una baza más para chantajearnos y en el que el islamismo está en pleno auge ¿esto es lo que queremos?¿esto es lo que defienden los “liberales”?. El gobierno de España es responsable, por supuesto, pero el PP lo es igual, ya que este acuerdo con Marruecos empezó con Aznar en el poder y, a pesar de que en las autonomías afectadas por el acuerdo, el PP se ha mostrado contrario, en la UE la derecha es mayoritaria y es la que está llevando a cabo todo este proceso.
DN se solidariza con el campo español, se opone al acuerdo y pide al Parlamento Europeo que rechace el mismo.
Fuente: DN-Castellón
Ante el acuerdo UE-Marruecos en materia agrícola
El Consejo de Ministros de la Unión Europea acaba de ratificar el acuerdo con Marruecos en materia agraria. Dicho acuerdo permitirá la entrada libre en España y Europa de todo tipo de frutas y hortalizas marroquíes. Todos los países del sur de Europa se verán seriamente afectados por la medida, sobre todo España y muy en especial las regiones de Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Canarias.
El acuerdo liberaliza la entrada de frutas y hortalizas marroquíes hacia Europa, con la excepción de seis productos "sensibles", como clementinas, tomates, ajos, calabacín, pepinos y fresas, que no tendrán entrada libre pero sí que verán aumentados sus contingentes (es decir, las toneladas que podrán enviar a Europa) de manera importante. Además, se reducen en un 30% los aranceles a diversos tipos de fruta. A cambio, Marruecos permitirá la entrada en su territorio de cereales, leche y carne, productos básicamente del centro y del norte de Europa, por lo que está claro que la agricultura del sur de Europa, en especial la española, ha sido usada como moneda de cambio.
Todo esto ocurre después de que Marruecos haya estado incumpliendo de manera sistemática el acuerdo vigente, introduciendo en Europa más toneladas de las previstas y a unos precios de entrada menores que los pactados. Tampoco parece que a las autoridades de Bruselas les haya producido el más mínimo impacto el reciente matonismo mostrado por la dictadura marroquí en el Sahara, ni la amenaza constante sobre Ceuta y Melilla (ciudades pertenecientes a un país europeo). El gobierno español, despreciando la gran manifestación del campo español de noviembre de 2009, apoya el acuerdo, volviéndose a comportar de nuevo como un empleado a sueldo de Marruecos, al igual que en otros tantos temas, como viene denunciando DN continuamente.
El acuerdo es totalmente negativo para España, ya que nuestros agricultores no pueden competir de ninguna manera con las condiciones laborales y salariales de Marruecos. Por otra parte, no se entiende que la UE, al mismo tiempo que impone medidas ambientales cada vez más estrictas a sus agricultores para poder cobrar ayudas (la llamada "condicionalidad") permita la entrada libre de productos marroquíes que no respetarán ninguna de estas condiciones. Mientras que en otras zonas del mundo, como Estados Unidos o Rusia, imponen condiciones durísimas a nuestros productos agrarios, nosotros permitimos la entrada libre de productos sin la más mínima garantía, con la probable entrada de nuevas plagas y enfermedades a nuestros campos. Del mismo modo actúan las grandes cadenas de distribución europeas, cuyos protocolos privados exigen la máxima calidad a los productos españoles en materia fitosanitaria, pero no exigen lo mismo a los marroquíes.
El acuerdo provocará más abandono de campos en España y es un paso más en la destrucción de nuestra agricultura, curiosamente financiada por nosotros mismos, ya que el Plan Verde marroquí, que es el que gestiona todas estas nuevas plantaciones (básicamente de cítricos y olivar) en el norte de África, está financiado en parte por la UE, además de por grandes capitales privados europeos, principalmente franceses y españoles.
La entrada libre de tomate marroquí ya está perjudicando seriamente a nuestra producción. En materia citrícola, si bien a corto plazo no hay problema, ya que nuestra calidad y producciones son más altas que la marroquí, lo será a medio plazo, ya que se prevé que Marruecos doble su producción de aquí a 2020. Y no sólo Marruecos, después de esto vendrán más acuerdos con el norte de África y con Turquía, principal productor hortícola del Mediterráneo, además del proyectado acuerdo para liberalizar el comercio agrícola-ganadero entre Europa y parte de Sudamérica (acuerdo UE-Mercosur)
Sólo falta la aprobación del Parlamento Europeo para cerrar el acuerdo, algo que tendrá lugar en 2011. El acuerdo es especialmente grave porque gran parte de la producción marroquí coincide con la campaña de comercialización española, además de que la agricultura está siendo en estos momentos un colchón importante para amortiguar la crisis. En el Levante español, muchos trabajadores que estaban en la construcción han logrado seguir teniendo ingresos porque se han pasado al campo. Esto es lo que les faltaba a nuestros agricultores, desmotivados por los bajos precios y por los continuos robos de cobre y de sus cosechas.
Tras este acuerdo, los españoles habremos dado otro paso más hacia la pérdida de soberanía alimentaria y dependeremos para comer, un poco más, de un país agresivo que nos odia, que tendrá una baza más para chantajearnos y en el que el islamismo está en pleno auge ¿esto es lo que queremos?¿esto es lo que defienden los “liberales”?. El gobierno de España es responsable, por supuesto, pero el PP lo es igual, ya que este acuerdo con Marruecos empezó con Aznar en el poder y, a pesar de que en las autonomías afectadas por el acuerdo, el PP se ha mostrado contrario, en la UE la derecha es mayoritaria y es la que está llevando a cabo todo este proceso.
DN se solidariza con el campo español, se opone al acuerdo y pide al Parlamento Europeo que rechace el mismo.
Fuente: DN-Castellón
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