No al feminismo radical. Bibi, te has lucido.
No voy a ocultar que hasta hace bien poco era favorable a la existencia de un ministerio llamado Ministerio de Igualdad, pero tras asistir a algunas conferencias y escuchar a un fuera de serie llamado Julio Bronchal, mi concepción ha cambiado y he logrado conocer un problema bastante grave que hasta escasos días desconocía la magnitud del mismo.
Hasta hace escasos años, no muchos, las mujeres estaban en desigualdad con respecto a los hombres y por suerte ello cambió. Hoy las mujeres pueden votar, cobran lo mismo al trabajar, tienen los mismos (o eso parece aparentemente) derechos y debres que los hombres. Podemos decir que hemos avanzado y se trabajó para conseguir la igualdad, pero manda ''cojones'' que ahora seamos los hombres los que tengamos que protestar diciendo que no tenemos los mismos derechos y que hemos pecado de demasiado ''feminismo''. Antes de continuar, y para evitar los típicos comentarios hacia el autor, osea yo, vamos a dejar algunas cosas claras. Me considero el más feminista del mundo, estoy, he estado y estaré siempre a favor de la IGUALDAD, de los derechos de las mujeres y no me considero en modo alguno machista, todo lo contrario. Por ello vamos a dejar de llamar ''feminismo'' a lo que se denomina feminismo radical y que va contra la verdadera igualdad y lo vamos a llamar feminacismo, luego explicaré la razón de llamarlo así.
Hemos llegado a un punto de ''sobreprotección'' de la mujer hasta el punto de ''sobrecastigar'' al hombre. ¿Por dónde empezamos?
Vamos a empezar haciendo un repaso de las leyes españolas y veremos como no existe verdadera justicia en materia de igualdad y muchos españoles lo desconocen, yo era uno de ellos hasta hace escasos días.
La ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género considera que la violencia (entendiendo violencia de género) es un problema social, que se ejerce por los hombres contra las mujeres, y que es fruto del dominio y la posesión (toma ya) que, históricamente, han ejercido éstos sobre éstas.
Vamos, que los hombres somos unos violentos, que nos gusta mucho dominar y infravalorar a las mujeres y claro, la violencia sólo es ejercida por los hombres. Y claro, por ello el año pasado murieron más de 30 hombres a manos de sus parejas (mujeres), pero no, eso no es violencia de género, simplemente, violencia doméstica.
Para mi esto no es igualdad. Para mi la igualdad con dicha ley queda muy lejos, se hace distinción y las ''feminazis'' estarán muy contentas, empezando por la señora de los ''miembros y miembras'' que ya aseguró que el próximo paso es extender la aplicación de esta Ley al ámbito de otras relaciones no familiares, como podrían ser amigos, vecinos, conocidos...
Lo más peligroso y lo han conseguido, la sola declaración de la víctima (mujer) es suficiente para condenar (a un hombre). Ya no hacen falta ni pruebas, ni partes de lesiones... nada. La simple palabra de una mujer será suficiente para condenar a los monstruos que somos los hombres, que parece que sólo pensamos en maltratar. Y ya no hablemos de los juicios rápidos... ¡Pobre hombre que sea denunciado!
Pero vamos, lo peor de todo no es eso, hay mucho más. Antes de comentarles el problema... ¿Qué les parecería el crear juzgados donde sólo blancos pudieran denunciar a negros o viceversa? ¿O dónde sólo homosexuales pudieran denunciar a heterosexuales? ¿A qué parece una locura? Sí, sí, como en los tiempos de Hitler, dónde los nazis tenían tribunales para juzgar en exclusiva a judios, pobres de ellos... Pues ahora en España, se han creado a partir de la Ley de medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, juzgados contra la violencia sobre la mujer, dedicados en exclusiva a cuestiones relacionados contra la violencia de género, o lo que es lo mismo, mujeres pueden denunciar a hombres que supuestamente son maltratadores.
Parece una locura y lo dice bien clarito la declaración universal de derechos humanos en su artículo 2: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.”
¡Claro que sí, maltratadores! Al ser denunciados, los hombres pierden todo: casa, hijos, enseres personales... todo menos la dignidad, eso no hay ley que la ''Bibi'' nos pueda quitar, aunque no será por intentos.
Eso sí, la realidad es bien distinta, y algunas mujeres, por suerte no todas son igual, se aprovechan de la situación favorable y en ocasiones denuncian por lo más mínimo, siendo los hombres inocentes (recordemos que somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario) con tal de ser víctimas y recibir todo tipo de ayudas, pero...
¿Sabían que sólo un 10% de las denuncias son reales? ¿Sabían que en el 70% de juicios se absuelve al imputado por falta de pruebas? Vamos, que no era un ''maltratador''.
¿Sabían que en España se suicidaron en 2006 638 hombres? ¿Pero sabían que además el 80% de esos hombres se encontraba en proceso de divorcio?
Hombres de España, queda claro, somos los monstruos de este país, somos unos machistas y encima maltratadores. Podemos ser detenidos por el mero hecho de ser hombres, ¡Qué igualdad tenemos en este país!
Y volviendo al tema de la Alemania Nazi...tras acabar la II Guerra Mundial, los acuerdos y tratados internacionales prohibieron el Derecho Penal de Autor, eso sí, en España, aquí los tenemos, juzgados donde denuncian mujeres para juzgar a hombres, a los monstruos maltratadores.
Sin duda alguna, ¡Qué desgracia tenemos encima! ¡Somos hombres! Hay que luchar y hoy más que nunca hay que informarse de lo que no nos ''dice la TV''. Tenemos que buscar la igualdad, cumplir con los tratados internacionales y con la Constitución del 1978.
Soy hombre y con orgullo, feminista, en favor de la igualdad y con ganas de comenzar con la lucha para conseguir que las ''feminazis'' entren en razón y no nos discriminen, somos hombres, somos personas.
Dedicado a todas aquellas personas, en proceso de divorcio, separación o que sufran este problema, con independencia de ser hombre o mujer y sobre todo, dedicado a nuestra querida ''Bibi'', nuestra Ministra de Igualdad que tan apretada tiene la agenda política.
Hasta hace escasos años, no muchos, las mujeres estaban en desigualdad con respecto a los hombres y por suerte ello cambió. Hoy las mujeres pueden votar, cobran lo mismo al trabajar, tienen los mismos (o eso parece aparentemente) derechos y debres que los hombres. Podemos decir que hemos avanzado y se trabajó para conseguir la igualdad, pero manda ''cojones'' que ahora seamos los hombres los que tengamos que protestar diciendo que no tenemos los mismos derechos y que hemos pecado de demasiado ''feminismo''. Antes de continuar, y para evitar los típicos comentarios hacia el autor, osea yo, vamos a dejar algunas cosas claras. Me considero el más feminista del mundo, estoy, he estado y estaré siempre a favor de la IGUALDAD, de los derechos de las mujeres y no me considero en modo alguno machista, todo lo contrario. Por ello vamos a dejar de llamar ''feminismo'' a lo que se denomina feminismo radical y que va contra la verdadera igualdad y lo vamos a llamar feminacismo, luego explicaré la razón de llamarlo así.
Hemos llegado a un punto de ''sobreprotección'' de la mujer hasta el punto de ''sobrecastigar'' al hombre. ¿Por dónde empezamos?
Vamos a empezar haciendo un repaso de las leyes españolas y veremos como no existe verdadera justicia en materia de igualdad y muchos españoles lo desconocen, yo era uno de ellos hasta hace escasos días.
La ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género considera que la violencia (entendiendo violencia de género) es un problema social, que se ejerce por los hombres contra las mujeres, y que es fruto del dominio y la posesión (toma ya) que, históricamente, han ejercido éstos sobre éstas.
Vamos, que los hombres somos unos violentos, que nos gusta mucho dominar y infravalorar a las mujeres y claro, la violencia sólo es ejercida por los hombres. Y claro, por ello el año pasado murieron más de 30 hombres a manos de sus parejas (mujeres), pero no, eso no es violencia de género, simplemente, violencia doméstica.
Para mi esto no es igualdad. Para mi la igualdad con dicha ley queda muy lejos, se hace distinción y las ''feminazis'' estarán muy contentas, empezando por la señora de los ''miembros y miembras'' que ya aseguró que el próximo paso es extender la aplicación de esta Ley al ámbito de otras relaciones no familiares, como podrían ser amigos, vecinos, conocidos...
Lo más peligroso y lo han conseguido, la sola declaración de la víctima (mujer) es suficiente para condenar (a un hombre). Ya no hacen falta ni pruebas, ni partes de lesiones... nada. La simple palabra de una mujer será suficiente para condenar a los monstruos que somos los hombres, que parece que sólo pensamos en maltratar. Y ya no hablemos de los juicios rápidos... ¡Pobre hombre que sea denunciado!
Pero vamos, lo peor de todo no es eso, hay mucho más. Antes de comentarles el problema... ¿Qué les parecería el crear juzgados donde sólo blancos pudieran denunciar a negros o viceversa? ¿O dónde sólo homosexuales pudieran denunciar a heterosexuales? ¿A qué parece una locura? Sí, sí, como en los tiempos de Hitler, dónde los nazis tenían tribunales para juzgar en exclusiva a judios, pobres de ellos... Pues ahora en España, se han creado a partir de la Ley de medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, juzgados contra la violencia sobre la mujer, dedicados en exclusiva a cuestiones relacionados contra la violencia de género, o lo que es lo mismo, mujeres pueden denunciar a hombres que supuestamente son maltratadores.
Parece una locura y lo dice bien clarito la declaración universal de derechos humanos en su artículo 2: “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.”
¡Claro que sí, maltratadores! Al ser denunciados, los hombres pierden todo: casa, hijos, enseres personales... todo menos la dignidad, eso no hay ley que la ''Bibi'' nos pueda quitar, aunque no será por intentos.
Eso sí, la realidad es bien distinta, y algunas mujeres, por suerte no todas son igual, se aprovechan de la situación favorable y en ocasiones denuncian por lo más mínimo, siendo los hombres inocentes (recordemos que somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario) con tal de ser víctimas y recibir todo tipo de ayudas, pero...
¿Sabían que sólo un 10% de las denuncias son reales? ¿Sabían que en el 70% de juicios se absuelve al imputado por falta de pruebas? Vamos, que no era un ''maltratador''.
¿Sabían que en España se suicidaron en 2006 638 hombres? ¿Pero sabían que además el 80% de esos hombres se encontraba en proceso de divorcio?
Hombres de España, queda claro, somos los monstruos de este país, somos unos machistas y encima maltratadores. Podemos ser detenidos por el mero hecho de ser hombres, ¡Qué igualdad tenemos en este país!
Y volviendo al tema de la Alemania Nazi...tras acabar la II Guerra Mundial, los acuerdos y tratados internacionales prohibieron el Derecho Penal de Autor, eso sí, en España, aquí los tenemos, juzgados donde denuncian mujeres para juzgar a hombres, a los monstruos maltratadores.
Sin duda alguna, ¡Qué desgracia tenemos encima! ¡Somos hombres! Hay que luchar y hoy más que nunca hay que informarse de lo que no nos ''dice la TV''. Tenemos que buscar la igualdad, cumplir con los tratados internacionales y con la Constitución del 1978.
Soy hombre y con orgullo, feminista, en favor de la igualdad y con ganas de comenzar con la lucha para conseguir que las ''feminazis'' entren en razón y no nos discriminen, somos hombres, somos personas.
Dedicado a todas aquellas personas, en proceso de divorcio, separación o que sufran este problema, con independencia de ser hombre o mujer y sobre todo, dedicado a nuestra querida ''Bibi'', nuestra Ministra de Igualdad que tan apretada tiene la agenda política.
Un saludo.
David García Pérez.
Un simple hombre.