martes, marzo 19, 2013

El Barça edita una guía para niños que sitúa el español como lengua extranjera y Rosell les exige hablar solo en catalán

Rosell, en el centro, junto a otros dirigentes del F.C. Barcelona, miembros de la Plataforma de la Llengua y la concejal de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona Maite Fandos, durante la presentación de la guía (foto: Plataforma per la Llengua).
El F.C. Barcelona ha publicado una guía, dirigida básicamente a entrenadores y familias de los niños que juegan en las categorías inferiores de las distintas secciones del club (fútbol, baloncesto, balonmano, hockey patines…), cuyo objetivo único es que los niños utilicen exclusivamente el catalán durante los entrenamientos y partidos con la camiseta azulgrana. Además, la guía sitúa el español como una lengua extranjera.

El club que preside Sandro Rosell ha firmado, a través de la fundación del F.C. Barcelona, un manual con la entidad Plataforma per la Llengua para que los entrenadores deportivos influyan lingüísticamente en los niños, les hablen y se dirijan a ellos por escrito solo en catalán, dejando el cambio de idioma solo para los casos extremos y muy puntuales, y no recomendable.

Este lunes, durante la presentación de la guía (de 68 páginas), Rosell ha señalado -ante un centenar de alumnos de un colegio del barrio de El Carmelo, en Barcelona- que la mejor manera de demostrar el sentimiento hacia el equipo azulgrana es hablando en catalán como signo de integración. Y ha puesto de ejemplo a Joan Gamper, fundador del club y suizo de nacimiento:

“Gamper vino de fuera de Cataluña, era suizo, fundó el club y, cuando vino, se llamaba Hans Gamper. Cualquiera de vosotros, si sois nacidos en Cataluña perfecto, y si no lo sois también, queremos que seáis como Gamper, que llegó, se integró en el país, habló catalán e hizo que fuera la lengua oficial del club. [...] Que vosotros lo habléis, lo entendáis y que seáis del Barça en Cataluña en catalán es exactamente lo que se debe hacer. [...] Porque será la gran demostración de que sentís el club, de que sois del Barça, estáis en Barcelona, vivís en Cataluña y compartís los valores que todos los catalanes queremos tener, que es vivir juntos con toda la gente que viene del norte y del sur. [...] Vengáis de donde vengáis, del norte o del sur, integrémonos todos y hagamos una gran familia, la familia culé y la barcelonista. [...] Quiero reiteraros que penséis que nuestra lengua oficial es el catalán y, por lo tanto, es muy importante que compartáis la lengua del club con todos los niños que convivís en este país”.

Cambiar al español, un prejuicio.

El manual, que cuenta con un breve escrito del propio Rosell, en el que asegura que le hace ‘especial ilusión’ formar parte de un proyecto como este, proporciona recursos para ‘fomentar’ el uso del catalán ‘en todos aquellos que trabajan en el ámbito del deporte, siendo conscientes de que esta transmisión es una herramienta clave para conseguir mejorar la situación de los niños y las niñas que viven en nuestra casa’.

El objetivo está claro y tanto el F.C. Barcelona como Plataforma per la Llengua advierten a los entrenadores: ‘Muy a menudo, nuestra gestión lingüística se deja llevar por una serie de prejuicios que poco tienen que ver con la realidad social de hoy en día’, unos prejuicios que ‘nos abocan, por ejemplo, a no hablar catalán a aquellos que notamos que son recién llegados -por el color de la piel, por ejemplo-, a aquellos que no se nos dirigen, de entrada, en la lengua catalana, o a los que la acaban de empezar a hablar’.

Por lo tanto, la primera recomendación es no cambiar de lengua, utilizar siempre el catalán, aunque el español sea, junto con aquella, lengua oficial de Cataluña: ‘Cambiar de lengua [...] supone discriminarlos, porque les restamos posibilidades de aumentar el conocimiento de una lengua -la catalana- que les será útil y necesaria para desarrollarse en total libertad en nuestra sociedad. Por lo tanto, el objetivo de esta guía es ayudar en cambiar estos hábitos lingüísticos, mudarlos por otros que nos permitirán llevar a cabo una gestión lingüística mucho más responsable y solidaria’.

 En este contexto y para justificar esta actitud de los editores del manual se ha de situar el español, la única lengua oficial en toda España y lengua común en todo el país, como una lengua extranjera. ‘En la última década, mucha gente ha llegado a nuestra casa desde diferentes puntos del planeta y, con ellos, sus respectivas lenguas. Hoy en día se calcula que ya se hablan, prácticamente, 270 lenguas diferentes [en Cataluña]‘. Entre estas, el español.

Corregir el español, permitir el catalán.

Para que se cumpla el objetivo de relegar cualquier uso del español en el ámbito deportivo es importante la tarea que lleven a cabo los entrenadores. Para ellos va una gran parte de las páginas de la guía ya que desarrollan ‘una tarea directa con los niños y las niñas’. Lo primero que tienen que tener claro estos entrenadores es que su posición ante los niños ‘es una situación de poder, de autoridad y de liderazgo’.

Las recomendaciones son claras:

 ‘Proponemos iniciar las tareas dividiendo el bloque de lengua en dos ejes bien diferenciados. Por un lado, abordaremos las cuestiones que tengan que ver con la presencia de la lengua catalana en nuestro equipo de trabajo, en nuestras instalaciones y en la comunicación escrita. Por otro lado, el uso de la lengua englobará todos aquellos elementos que se refieran a su uso oral’.

¿Cómo hacerlo? La guía también deja por escrito este punto. Por ejemplo, ‘hablar a una velocidad inferior a la normal’, ‘acompañar el mensaje con gestos’ o ‘simplificar el vocabulario’. La última opción -y solo de manera excepcional- ‘repetir frases’ y, en caso de necesidad, ‘traducir alguna palabra’.

Eso sí, frente al empecinamiento de no cambiar nunca de lengua, para los casos en que, por obligación, el interlocutor -es decir, el niño- no entienda el catalán y, por lo tanto, el entrenador se vea en la necesidad de tener que utilizar el español, la recomendación del F.C. Barcelona es que se intercalen palabras en catalán o se dé la bienvenida y la despedida, por ejemplo, en esta lengua.

Sin embargo, cuando un niño, hablando en catalán, cometa errores la recomendación es que se le corrija. Y este es el ejemplo que se plantea en el manual: “Aquest cap de setmana vam anar al zoo i vaig veure leones”. ¿Qué debe hacer el entrenador? Responder así: “Ah sí? Vas anar al zoo i vas veure lleons? I què, com eren, tenien la boca molt grossa, aquests lleons?”.

Pero, por si esto no fuera suficiente, la guía va más allá e invita a las familias a que utilicen también solo el catalán: ‘Pese a ser actores indirectos en la mayoría de nuestros proyectos, son una parte fundamental para que se consigan los resultados que nos hemos propuesto, para que nuestras propuestas de transformación no se acaben en nuestro ámbito de trabajo’.

El catalán, la lengua más deportiva y de justicia.

La guía está salpicada de anécdotas personificadas en ejemplos vividos por varios ex deportistas del F.C. Barcelona que son un ejemplo porque hablan en catalán: Andreiy Xepkin (balonmano), Gaby Cairo (hockey patines) y Eusebio Sacristán (fútbol). Estas historias se entrelazan con anécdotas de periodistas de TV3 como Joaquim Maria Puyal, Antoni Bassas y Enric López Vilalta.

María Purificación Pinto Fernández, miembro de la entidad, finaliza el manual asegurando que solo permitirá a los niños ‘formar parte del mismo equipo’ deportivo si son parte de ‘una identidad común, compartida y expresada en la lengua histórica del país [por Cataluña], que es la lengua catalana’.

En consecuencia, añade: ‘Es esta la lengua que con más deportividad y justicia nos permite jugar en un torneo solidario y universal en favor de la defensa y el respeto de la diversidad lingüística y cultural que tanto nos define como seres humanos’. Y todo esto con la firma del F.C. Barcelona.

Plataforma per la Llengua es una entidad subvencionada por la Generalidad que lleva varias décadas defendiendo y promoviendo que el catalán sea la única lengua oficial de Cataluña. Entre sus acciones principales están, gracias a los generosos premios y subvenciones, la de boicotear y chantajear a los comercios (actuar contra medios de comunicación, aerolíneas, cines o pequeños negocios), y poner en marcha campañas para que los ciudadanos denuncien a los comercios que rotulan en español.

Fuente: vozbcn.com

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