Chile por fin le dice adiós a Víctor Jara 36 años después de su brutal asesinato
Toda la creación artística de Víctor Jara estuvo dedicada a su pueblo, pero recién ayer, 36 años después de su muerte, millares de chilenos pudieron despedirlo en un funeral que recorrió más de 4 kilómetros de Santiago de Chile en medio de murgas, canciones, consignas y banderas hasta llegar al cementerio y ocupar la misma tumba en la que fue depositado su cuerpo acribillado en 1973, unos pocos días después del golpe de estado que derrocó al gobierno socialista de Salvador Allende. Este fue el segundo funeral del cantautor, actor y director de teatro.
Durante los tres días de velatorio del cuerpo de Jara en un galpón de la fundación que lleva su nombre y que usan los grupos artísticos emergentes, más de 150 mil personas desfilaron ante su féretro, que todo el tiempo estuvo cubierto por una manta negra con ribetes rojos que el autor de «Te recuerdo Amanda» usaba en sus presentaciones.
Hace 36 años, el día del golpe de estado que lideró el general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973, Víctor Jara se quedó junto a dos centenares de personas en la sede de la Universidad Técnica del Estado, donde él trabajaba y tenía su taller y estudios de grabación. El lugar fue rodeado por los militares y al día siguiente los estudiantes y profesores fueron sacados y llevados a un estadio, en el centro de Santiago.
Allí Jara fue reconocido por los militares y recibió brutales torturas. El 15 de septiembre, el cantante fue ejecutado en el mismo estadio que hoy lleva su nombre. Su cuerpo fue abandonado en la calle y luego trasladado a la morgue, como «no identificado». El cadáver fue colocado junto a muchos otros que serían arrojados a una fosa común. Pero un funcionario se dio cuenta que entre los muertos, la mayoría por impacto de bala, estaba Víctor Jara y se las arregló para que la esposa de éste, la bailarina de origen inglés Joan Turner, lo supiera.
El 18 de septiembre, una semana después del golpe, Joan Turner, el funcionario de la morgue y un empleado del cementerio dieron sepultura a Víctor Jara en un humilde nicho que albergó el sencillo cajón de madera mortuorio. Ese fue su primer funeral, al que asistieron sólo tres personas. Ayer el cuerpo de Jara regresó en el mismo féretro a la misma tumba, pero ahora acompañado de más de 25 mil personas.
Hace cuatro meses, el juez Juan Fuentes Belmar ordenó que el cuerpo del cantautor fuera exhumado para las diligencias judiciales en la causa que investiga el crimen. Los forenses confirmaron lo que ya era conocido: Jara murió por el impacto de 44 balazos de distinto calibre y su cuerpo presentaba fracturas en las extremidades superiores.
Hasta ahora la causa judicial sólo ha identificado a dos responsables del asesinato: el ex soldado José Paredes, que confesó que disparó al cantante y luego se retractó; y el ex coronel Mario Manríquez, entonces jefe del improvisado campo de prisioneros.
Paredes en su confesión relató que un oficial -hasta ahora no identificado- jugó a la «ruleta rusa» con Jara, hasta que salió el disparó que impactó en su cabeza y que le dio muerte. El oficial ordenó después que el cuerpo fuera acribillado a balazos.
La presidenta Michelle Bachelet, que el viernes hizo la guardia de honor junto al féretro, dijo que es necesario «seguir avanzando en verdad y justicia» en aquellos crímenes, como el de Jara, que aún son investigados. «Creo que finalmente después de 36 años Víctor puede descansar en paz, pero también hay muchas otras familias que quieren poder descansar en paz y por eso es importante que sigamos avanzando en verdad y justicia, para que Chile pueda descansar en paz. Víctor Jara presente», añadió..
«La plegaria del labrador» y «Vamos por ancho camino», algunas de las canciones más conocidas de uno de los artistas emblemáticos del breve periodo en que gobernó Salvador Allende, eran coreadas ayer por las calles de Santiago por miles de jóvenes que ni siquiera habían nacido cuando Jara era un torbellino creativo que dejaba huellas en la música popular de habla hispana y en el teatro chileno.