Tribuna cultural "A La Orilla Del Mundo" por Carlos Esparza Torres:"DESCARTES Y LOS CIMIENTOS DEL SISTEMA OCCIDENTAL"
Al "Pensador" René Descartes le debemos, los hombres y mujeres de este tiempo, el dudoso mérito de haberse convertido en el creador de la visión del mundo actual, y por lo tanto de la forma de vida actual y del sistema de no-valores impuesto en las sociedades occidentales. Hablamos del siglo XVII ¡Que lejos nos queda ya! Pero la realidad es, que aunque vivimos en el siglo XXI, la visión del mundo de Descartes sigue vigente a día de hoy. Su planteamiento se basa en tres conceptos principales:
1.- La concepción del Ser humano como Amo y señor de la Naturaleza.
Por medio de la razón el ser humano estaría destinado a someter a su antojo todo aquello que le rodea, es decir, la naturaleza y el mundo físico, incluidos la sociedad y los individuos que la forman, para utilizarlos en su propio beneficio. Esa es la base y justificación de la ideología técnica y científica.
2.- La separación radical entre el universo físico y el universo espiritual.
La base filosófica utilizada para ello es la división de todo lo vivo en dos clases de realidad: Por un lado las cosas del espíritu, y por otro las cosas físicas, dando como resultado de la aplicación de dicha escisión, que lo sagrado, lo espiritual, en definitiva, lo intangible, lo no físico, sería algo por completo ajeno al hombre y quedaría apartado del ser humano. Por esa razón Carlos Marx consideraría a Descartes como el primer materialista.
3.- El concepto "Pienso luego existo".
El único criterio válido para dictaminar sobre la existencia humana sería así la conciencia que el individuo tiene sobre sí mismo, su razón. Como consecuencia de ello, toda existencia no racional, es decir, lo místico, la Naturaleza, o el propio conocimiento intuitivo que opera en el alma, quedan clasificados en un plano inferior, condenados a su utilización por parte del yo, mi, mío, de ese estúpido ego que todos llevamos dentro.
Con Descartes, pues, se crea la base para el imperio de la razón individual, una razón que se supone específicamente humana y por lo tanto compartida necesariamente por toda la especie humana. En conclusión, con Descartes se crean las bases del sistema actual: materialismo, individualismo, racionalismo y globalización o universalismo.
Hemos entrado en el siglo XXI, alguien dijo que este siglo "será espiritual o no será", todos tenemos la responsabilidad de hacer posible el siglo que ahora comienza.
¿Qué queremos? ¿Un mundo envuelto en el fango de la vulgaridad, que nos ofrece libertad sin ideales y principios sin valores, o un mundo que tenga como meta la belleza y la perfección, un mundo movido por un hálito superior, noble, bello, sincero?
¿Un mundo en el cual la satisfacción individual, la ciencia sin conciencia y el materialismo, sean el único horizonte para dar sentido al ser humano, o un mundo en que la técnica no constituya un fin en sí mismo, sino un medio para ofrecernos una vida mejor? Yo quiero un mundo con Alma, ¿Y usted?